Agricultura en peligro de extinción
¿Sabías que existen 3 nuevas mega tendencias que están redifiniendo la industria de alimentos? Entérate cuáles son aquí.
3 mega tendencias que están redefiniendo la industria de alimentos
La agricultura es una de las industrias más antiguas de la historia. Hace 10,000 años, los humanos descubrieron cómo domesticar a las plantas. A partir de este momento, nuestra especie pasó de ser nómade a sedentaria, instalándose en zonas fértiles del planeta para crecer y dominar a las otras especies del mundo. Hoy, un billón de personas trabaja en el campo. La agricultura ocupa casi 40% de la superficie de la tierra. Desde pequeños agricultores familiares a grandes corporaciones agro-industriales, este sector es crítico para asegurar el crecimiento y la salud de nuestra población.
Sin embargo, en las últimas décadas esta industria está pasando por cambios que ponen en riesgo el futuro de muchos agricultores y presentan grandes desafíos para poder alimentar a la creciente población de una manera sostenible y responsable. En este blog post, presentaremos 3 megatendencias que están redefiniendo la industria de alimentos y que ponen a la agricultura de los últimos siglos ante un inminente riesgo de extinción si no logra reinventarse y alinearse al cambio:
1. Reemplazo de proteínas animales:
A fines del mes pasado, la empresa chilena Notco recibió una inversión de US$ 235 millones convirtiéndose en la primera empresa de agrifood tech de Latinoamérica en ser valorizada por más de un billón de dólares. Entre sus inversionistas se sumaron el fondo de capital de Jeff Bezos, fundador de Amazon, y otras figuras como Roger Federer y Louis Hamilton. Notco utiliza alimentos de origen vegetal - aplicando fórmulas de inteligencia artificial - para replicar la textura, sabor y nutrientes de alimentos de origen animal como la leche. Notco, se suma a otras grandes inversiones en alimentos basados en plantas (plant-based) como Impossible Foods y Beyond Meat, empresa norteamericana que produce carne con enzimas de plantas que ya se vende en 122 mil tiendas y supermercados en más de 80 países.
Las proteínas vegetales se están consolidando como una seria alternativa al consumo de leche y carne. En la medida que estos nuevos alimentos puedan replicar el sabor y los nutrientes encontrados en los alimentos de origen animal - y que se puedan producir a costos competitivos - su demanda se empezará a masificar globalmente. La producción de proteínas vegetales elimina la necesidad del maltrato animal, evita mayor contaminación por las emisiones del ganado y por su posterior refrigeración, facilita la logística y reduce los riesgos de enfermedades asociadas a los animales. Considerando que el 40% de granos se destina a alimentar al ganado, una menor demanda por productos de base animal se traduce en una menor demanda de sus principales alimentos como el maíz y la soja.
2. Cambio en las decisiones compra de consumidores:
En octubre del 2020, Driscoll’s – la empresa más grande de berries del mundo – realizó una inesperada inversión en la startup Plenty. Hasta la fecha, Plenty se había concentrado en la producción interior y vertical – indoor vertical farming - de legumbres como la lechuga y la col. A través de sistemas de invernadero avanzados, construidos cerca de las ciudades, Plenty ha podido aumentar en más de 350 veces el rendimiento de una hectárea de tierra. La colaboración con Driscoll’s busca la producción masiva de fresas y berries cerca a sus puntos de venta, y así abastecer al consumidor con fruta todo el año, independiente de la estación. Este tipo de iniciativas no solo busca eficiencias, sino también responde a un marcado cambio en las tendencias de consumo.
Cada vez más exigentes en sus decisiones de compra, los consumidores quieren que su comida sea alta en valores nutricionales, y al mismo tiempo responsable con el medio ambiente y con la sociedad. En los principales destinos de la agro-exportación mundial de fruta fresca - Europa y Estados Unidos – las nuevas generaciones están prefiriendo frutas y vegetales producidos a pocos kilómetros para evitar el uso excesivo de combustible en el transporte y almacenamiento de productos importados. El concepto de la granja a la mesa – farm to table – está expandiéndose de los restaurantes a los supermercados. Esta nueva conciencia ambiental y social del consumidor pondrá nuevos retos a los agro-exportadores. Aquellos que puedan dar trazabilidad de su cuidado por el planeta y por sus trabajadores, tendrán una ventaja importante en el mercado.
3. Escasez de trabajadores:
La oferta de trabajadores calificados para labores críticas en la agricultura – como la poda y la cosecha – es cada vez más limitada. Mientras que los campos de cultivo crecen año tras año para abastecer a la creciente población del mundo, se estima que entre los años 2019 al 2029 la cantidad de trabajadores en el sector agrícola solo crecerá en 1%. No solo en Estados Unidos y Europa, en países de la región como Chile y Perú, ya estamos sufriendo por esta escasez. En Chile, este año se reportó una escasez de 50% de mano de obra agrícola. En Perú, regiones fuertes en la agro-exportación como Ica y Trujillo llegan a pleno empleo durante los meses de cosecha. En algunos casos, empresas agroindustriales deben irse tan lejos como a la selva para encontrar personas que cosechen sus campos.
La situación es aún más crítica en el hemisferio norte. La mayoría de los trabajadores agrícolas son inmigrantes que cruzan fronteras en épocas de cosecha. Nuevas restricciones en el movimiento de personas – tanto por la pandemia como por temas políticos – han reducido la oferta de mano de obra. Miles de toneladas de comida se han podrido en los campos. La migración a las ciudades en búsqueda de una mejor vida se suma a los pocos jóvenes que quieren trabajar la tierra, agravando muchísimo esta situación. Si bien en algunos cultivos extensivos la mecanización y la automatización con robots y otras tecnologías resolverá una parte del problema, cultivos intensivos en labores como las uvas, berries y paltas seguirán necesitando mano de obra especializada. Los productores de estos cultivos deben promover el trabajo justo, el acceso a educación, salud y vivienda como algunas de las condiciones básicas para atraer y retener a su fuerza de trabajo.
A estas mega tendencias, se le suman otros riesgos como el calentamiento global que está azotando regiones enteras con sequías y heladas extremas. Enfrentados con estos grandes retos, los agricultores deben empezar a tomar acción antes de que sea demasiado tarde. En especial, la agro industria deberá empatizar mejor con las nuevas necesidades y preocupaciones del mercado - primero como un factor de diferenciación y luego, de supervivencia.